Semillas de calabaza tostadas

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Esto no puede llamarse receta, tal vez entra más en la categoría de tip, y tampoco es una novedad, pero seguramente haya muchos que desconocen lo ricas que pueden ser las semillas de calabaza, anco o zapallo, si las tostamos un poco. 
En casa la mayor parte de las veces que comemos calabaza separo las semillas, aún a pesar de la fiaca que me puede generar todo el procedimiento, me motiva saber que después voy a disfrutar del rico sabor que tienen estas semillitas con unos minutos de horno. Y aunque las pongo en un frasquito con intención de guardarlas, nunca duran más de un rato!
Pero estas pepitas no solamente son ricas sino que, como sus colegas (girasol, lino, sésamo, etc) son súper nutritivas, gracias a que aportan omega 3 y omega 6, ácidos grasos beneficiosos para bajar el colesterol malo y mejorar la circulación; también aportan vitamina E, un gran antixoidante natural; y vitamina A, para tener la piel radiante; entre otros beneficios.
Se pueden aprovechar como snack, para picar cuando nos agarra un ataque de hambre, o agregar a algún plato o ensalada. Van los sencillísimos pasos para preparar estas pequeñas delicias!

1- Sacar las semillas con una cuchara y lavarlas para sacarle los restos de pulpa de calabaza y para que no estén pegajosas. 
2- Ponerlas sobre un colador y dejar escurrir unos minutos. 
3- Esparcirlas sobre una placa de horno. Puede tener un mínimo de aceite esparcido con un papelito de cocina, o directamente nada, yo generalmente no le pongo nada. 
4- Poner en horno suave y cocinar por 15 minutos aprox. Recomiendo cada tanto ir a verlas y removerlas un poco para que no se peguen entre ellas. (Si tiene muchíiisma fiaca de prender el horno las pueden tostar en una sartén a fuego muy suave por 5/7 minutos, removiendo para que no se quemen)
5- Dejar enfriar y agregarle un poco de sal entrefina saborizada (por ejemplo machacada en el mortero con alguna hierba fresca), sal marina, o la que tengan, y a comer!
También se les puede poner un poco de curry o azafrán antes de hornearlas, en ese caso se le pone un poco más de aceite a la placa para evitar que se queme el condimento. Otra opción es, una vez cocidas, mezclaras con un poco de queso rallado. Se pueden usar de varias formas, y en todas quedan ricas!









Ensalada de mango y lentejas

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El mango parece haberse diseminado masivamente por las verdulerías de la ciudad, y qué bueno, no? Antes este tipo de frutas, más bien exóticas en Buenos Aires, como el mango, la papaya y el maracuyá, sólo podían conseguirse en el Barrio Chino, pero ahora son súper accesibles en prácticamente todas las verdulerías, lo que conviene porque se abaratan y no es necesario hacer una gira para conseguirlas. Yo encontré una promo de 4 mangos por $12 a unas cuadras de casa (un poco más lejos de mi verdu amiga) y no lo dudé, agarré la bici y llené mi canastito de esas delicias tropicales.
Me encanta el sabor y la textura del mango, eso sí, cuando está en su punto porque sino puede llegar a ser muy fibroso y no es tan rico, bah como cualquier fruta o verdura que no está madura. Me gusta usarlo en licuados, en postres, como fruta del desayuno y sobre todo me gusta mucho mucho usarlo en ensaladas, porque da sensación de suavidad en el paladar, y genera un rico contraste de sabores con el resto de los ingredientes. 
Para esta ensalada seguí el concepto de la latinoamericana, que hice unos posts atrás, y aprovechando unas lentejas que tenía en casa, armé un almuerzo bien completo y equilibrado en un solo plato, fresco, ideal para los días de calor agobiante. Va la receta!

Ingredientes: 2 porciones

  • 1 mango
  • 1 taza de lentejas cocidas frías
  • 1 palta
  • 1 cebolla morada
  • 1 planta de rúcula
  • un puñado de almendras tostadas (puede reemplazarse por maní)
  • queso rallado en hebras: 3 cucharadas
  • 1 huevo duro punto babé (cocinar desde agua fría por 10/11) minutos



Preparación: Dejar remojar las lentejas una, lavarlas bien (hasta que el agua salga clara) y ponerlas a cocinar con 2 tazas de agua fría, a fuego mínimo por 20/25 minutos aprox. Recomiendo probarlas antes de apagar el fuego, no tienen que estar muy blanditas, ni mucho menos desarmarse. Dejar enfriar y una vez que estén a temperatura ambiente reservar en la heladera en un recipiente tapado. 
Pelar y cortar el mango en tiritas, cortar la rúcula (con la mano), y la cebolla en rodajas bien finitas. Agregar las almendras (o el maní) previamente tostadas (en horno mínimo sobre una placa por 20 minutos aprox). Incorporar el queso rallado, la palta cortada en tiras y las lentejas. Por último por encima poner el huevo babé, que le va a dar más cremosidad a la ensalada. Condimentar con un rico aceite de oliva, sal y a comer!

Medallones de mijo y avena

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Ya de vuelta de las sierras cordobesas, y con intenciones de purificar un poco el cuerpo de tanto asado cordobés me dispuse a usar la mitad de un paquete de mijo que me saludaba desde la alacena en nuestro regreso a casa. El mijo es "compañero" diríamos con Rami, un término que aplicamos mucho en las  vacaciones para referirnos a casi todas las cosas que nos parecían accesibles, ricas, amigables y/o económicas. 


Este minúsculo cereal, pero gran alimento, se consigue en todas las dietéticas y aunque muchos  lo consideren comida de pájaros hay un montón de recetas en las que se puede aprovechar. Así como la quinua o quinoa, ese grano del que ya hablamos algunos posts atrás, el mijo está dentro de esos  súper alimentos ya que tiene una enorme cantidad de hierro (ideal para casos de anemia), todos  los aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B, magnesio, silicio, lecitina, y no contiene gluten, así que es apto para celíacos. A diferencia del grano andino, que en Argentina resulta bastante caro, el mijo es muy barato y además es súper rendidor. Yo lo usé para  hacer estos ricos medallones con avena molida, que últimamente la estoy usando para reemplazar el pan rallado, ya que es mucho más rica en fibra y además aporta proteínas, es muy recomendable. Va la receta!

Ingredientes: 12 hamburguesas
  • Mijo: 250grs
  • Agua: 3 tazas
  • Cebolla: 1
  • Ajo: 2 dientes
  • Perejil: un ramito
  • Huevos: 2
  • zanahoria: 1
  • Queso rallado: 2 cucharadas
  • Avena instantánea: cantidad necesaria

Lavar varias veces el mijo y cocinarlo a fuego suave hasta que se consuma el agua (aprox 15 minutos), dejar enfriar en  la olla unos 10 minutos, para que se hinche. Picar la cebolla y el ajo y saltear con un poquito  de aceite, reservar. 


Rallar la zanahoria, y picar el perejil. Mezclar los huevos con una pizca  de sal y pimienta. Incorporar los ingredientes al mijo, agregar el queso rallado y los huevos,  mezclar bien para que se integre todo. 


Procesar la avena para que quede como si fuera pan  rallado, y agregar unas cucharadas a la mezcla del mijo para que se compacte. Armar los  medallones con ayuda de una hamburguesera o simplemente con las manos tratando de que no queden  muy altas, pasar por la avena molida de ambos lados y llevar a la heladera por unos 15/20  minutos. 


Hornear a fuego medio por 10/15 minutos de cada lado, se les puede agregar queso y  
tomate arriba, o comerlas así solitas que son súper sabrosas. 




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