Receta de cocadas o coquitos y sorteo de un libro de cocina!

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Una fría mañana de junio, yo con bronquitis y en cama por la fiebre, me llegó un regalito de V&R Editoras, el libro "Postres Argentinos" de la chef Pía Fendrik. Se imaginarán la linda sorpresa que me dio su llegada! Aunque ese día no tenía energías para moverme, las fotos del libro me daban ganas de levantarme y ponerme a preparar alguna de las ricas recetas, jajaja!


Pasta frola, Torta de ricota, Dulce de leche casero, Rogel, Polvorones, Isla Flotante, son algunas de las recetas que podemos encontrar en "Postres Argentinos" Y como Georgina de V&R es una copada total, nos regaló un ejemplar más para que hagamos el sorteo del libro de Pía para l@s seguidoras de Ponete el Delantal!


Para participar tienen que dejar su comentario abajo de éste post, no se olviden de poner un mail de contacto en caso de que en su nombre no figure el dato, y por favor no dejen comentarios anónimos sin datos porque no voy a poder sumarlos para el sorteo.También les voy a pedir que sigan a Ponete el Delantal en Facebook si es que todavía no "megustearon" ;-)
El último requisito es que residan en Capital Federal o en Gran Buenos Aires, así podemos coordinar el envío con la Editorial. 

Se pueden anotar hasta el 28 de julio. El resultado va a estar publicado durante la semana del 29 de julio al 2 de agosto, que justamente es la semana en la que Ponete el Delantal cumple dos años!! 


Receta de cocadas o coquitos: 

Y aprovechando la ocasión del sorteo les comparto una de las recetas que saqué del libro y la elegí porque me pareció súper fácil y hace rato tenía ganas de hacer estas riquísimas cocadas. A Rami le encantan, y como casi todas las tardes está viniendo su amigo Mati para hacer la mezcla del disco nuevo, quería preparar algo casero para tomar con el café con leche.
Hice unas pequeñas variaciones a la receta de Pía, porque le puse almendras picadas, un poco de polvo de hornear y un poquito menos de azúcar. Además la receta original es para más cantidad de cocadas.

Ingredientes: rinde 35/40 porciones

  • Harina de almendras: 100 grs (o 1 taza de almendras)
  • Azúcar impalpable: 80 grs
  • Azúcar común: 50 grs
  • Claras: 4
  • Coco rallado: 2 tazas
  • Almendras picadas: 50 grs
  • Polvo de hornear: 1 cucharadita


Procedimiento: 
Si no compraron directamente la harina de almendras pueden hacerla poniéndolas unos minutos en agua hirviendo, y con la ayuda de un repasador le sacan la cáscara. Las tuestan un ratito en el horno y las procesan.


Batir las claras a nieve, agregando de a poco el azúcar común, tienen que quedar firmes. Aparte mezclar la harina de almendras con el azúcar impalpable, el coco rallado y el polvo de hornear. Con una espátula de goma (tipo lengua de gato) incorporar las claras a la mezcla de harina y coco, con movimientos envolventes para que no se bajen.



En una placa con papel manteca ir poniendo unas pequeñas porciones, ayudándose con dos cucharas de té. Tienen que quedar más bien separaditas para que no se peguen cuando crezcan. Cocinarlas en horno suave por 25/30 minutos.


Yo las puse primero en la bandeja de arriba del horno, para que se doren por fuera pero que no se sequen, y después unos minutos en la de más abajo. Tienen que quedar doraditas por fuera y tiernas por dentro. Unos minutos después de que las sacamos del horno están impecables para comer. Recomendable comerlas en el día porque se secan y cambia mucho la consistencia. Igual son tan ricas que no creo que les duren más de una tarde!











U Comodo Vostro: un restaurante a la italiana en pleno Colegiales

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Llegamos a U Comodo Vostro con mi amiga Yani un sábado al mediodía. Era un día de frío pero con un sol radiante que invitaba a salir. Nos ubicamos en una mesa de adentro, a la que por suerte le llegaba una interesante cuota de luz natural. La buena música estaba presente, el lugar estaba bastante lleno y se sentía un ambiente cálido y familiar.  

Foto: Gentileza de Duche & Zarate


La comida no tardó en llegar, y sobre el mantel cuadrillé se instalaron platos cargados de colores, con aromas que invadieron la mesa, y una simpática panerita con pancito casero que no podía dejar de acompañarnos en cada bocado de las ricas opciones que degustamos. 

Bocaditos de polenta con queso y tortilla. 

Berenjenas con salsa de tomate y queso gratinado

Langostinos con zapallitos y zucchini
Este pequeño restaurant es el primer emprendimiento gastronómico de Marcelo Baldini, el chef y dueño de U Comodo Vostro, un lugar sencillo, con platos esmerados y clima de tradición italiana. 
Este abogado devenido en cocinero tuvo una influencia muy mediterránea en su historia familiar, su papá era de la Toscana, y disfrutando los platos de su mamá aprendió a saborear la rica comida y a atender los caprichos de su paladar exigente desde muy chico, según cuenta. Sus viajes por Italia lo llevaron a conocer e investigar más sobre preparaciones y puntos de cocción. "Es importante que las pastas se sirvan al dente, y que los ingredientes mantengan los colores", explica. 

Bruschettas con hongos y queso brie

Coliflor gratinado con queso gorgonzola

Ravioles de calabaza con salsa bolognesa. 

En U Comodo Vostro se destacan las pastas, y no sólo los ravioles, ya que los fideos secos tienen un gran protagonismo acompañados con una buena salsa. "Para mí es más italiano el fideo de todos los días que los ravioles del domingo", opina Marcelo. 
La Pastasciutta se puede pedir con salsas del color de la bandera italiana: rojo, verde y blanco. Entre las opciones más populares está la amatriciana, el pesto, la arrabbiata y la más emblemática del lugar: el ragú alla bolognese, una salsa liviana que se cocina durante...6 horas! "La salsa tiene que ser cremosa, si hay una gota de agua en el plato algo no está bien hecho", dice Baldini.
En la carta también podemos encontrar sándwiches, ensaladas, milanesas, bruschettas, verduras gratinadas y otros manjares de la cocina mediterránea. Además se puede disfrutar de un buen vermouth acompañado con una picada o un tapeo. 
La verdad es que cuando salgo a comer afuera me gusta comer rico, sentir la dedicación en los platos, y que los sabores me sorprendan, sino prefiero quedarme en casa! Y en U Comodo sentí eso, todo me pareció riquísimo, bien casero, con dedicación y pasión por la cocina, eso que tanto nos gusta. A visitarlo!

U Comodo Vostro queda en Jorge Newbery 3540, en el lindo barrio de Colegiales y abre de lunes a miércoles de 12 a 16.30, y de jueves a sábado de 12 a 0hs. Tel.: (011) 4553-7043. Mail: ucomodo@gmail.com

















Pueblitos gastronómicos: Tomás Jofré y Carlos Keen

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Hace varios fines de semana, cuando el solcito calentaba un poco más que ahora, decidimos hacer un paseo con Rami, mi linda cuñada y su novio. El plan era agarrar el auto y que la ruta nos lleve a algún pueblito, esos de ensueño que tiene la Provincia de Buenos Aires, que parecen sacados de una postal antigua. 

El año pasado, para la despedida de soltera de mi amiga Any, fuimos con un grupo de chicas a Carlos Keen, y comimos en Camino Abierto, un lugar divino con granja y huerta orgánica, atendido por chicos que, por algún motivo, no viven con sus padres o no los tienen, así que su espacio de estudio, de recreación, de trabajo y de vida, es Camino Abierto, a cargo de Susana Esmoris, una ex empresaria que decidió dar un giro en su vida y dedicarse a ayudar. El lugar es hermoso, la atención es muy buena, la comida es riquísima y vale la pena, después de comer, ir a recorrer el pueblo y la feria que está en la vieja estación de tren. Si tienen planes de ir a Camino Abierto, les recomiendo que hagan una reserva en el teléfono que figura en la web


La huerta de Camino Abierto
La granja de Camino Abierto. La vaquita quería salir en la foto!

Como yo ya conocía Carlos Keen (¡aunque me encantaría ir de nuevo!) decidimos, esta vez, ir a Tomás Jofré, otro muy recomendado pueblo gastronómico, al que cuando llegamos entendimos el por qué del mote. Está lleno de restaurantes!! la verdad es que casi no vimos casas, jajaja! es un verdadero polo gastronómico, y lo bueno es que hay un convenio entre los dueños de los establecimientos y todos cobran un precio muy parecido por un menú que incluye, entrada, plato principal, postre y bebida, para evitar la competencia desleal. 
Cuando llegamos al pueblo, alrededor de las 13.30, como si alguien nos estuviera esperando a comer, ingenuos nos fuimos metiendo en cada restaurant, de los que terminábamos saliendo porque la espera mínima era de una hora y media!! Dimos varias vueltas y preguntamos a cuanta persona se nos cruzara en el camino, hasta que nos recomendaron que fuéramos a Silvano, con el argumento de que es uno de los mejores de la zona "Van a tener que esperar, eso sí", nos dijeron. Fuimos a Silvano y nos dieron un número, adelantándonos que íbamos a comer en el turno de las 16...no teníamos mucha opción. Nos fuimos a recorrer el pueblo, y en la espera encontramos un lindo lugar para hacer una entradita de empanadas caseras, había que calmar a las fieras con hambre!

Finalmente se hizo la hora y entramos a Silvano, donde nos dieron una lindísima mesa en el medio del jardín. El menú que se puede comer en lo de Don Silvano (así lo llaman todos), es una entrada de fiambres con galleta casera (muy rica) y un plato principal de ravioles caseros de carne y verdura, que pueden pedirse con estofado de pollo o con manteca y queso. Pedimos las dos opciones, yo no estaba con muchas ganas de estofado así que ese día me incliné más por la manteca. 



Los ravioles eran bien caseros, y me hicieron acordar un poco a los que preparaba Mamama, de masa más bien gruesa y con muuucho relleno. Estaban buenísimos! Eso sí, mi elección de la manteca no estuvo errada, porque el tuco con estofado no era de lo mejorcito, al menos para mí, al resto me parece que le gustó. Igual no me privé de mojar el pancito en la salsa! 


Para cerrar el menú había algunas opciones de postre, ninguna deslumbrante, pero siempre viene bien algo dulce para coronar la comida. 
Durante el almuerzo conocimos al famoso Don Silvano, un amable señor que se nos quedó charlando y nos contó un poco la historia del lugar. Con tradición familiar, desde hace 50 años se amasan ravioles en esa casona de Tomás Jofré. Primero la abuela, después la madre, y ahora él administra el lugar, junto a sus hijos y nietos. Siempre es lindo conocer a esos personajes que arrastran historia en cada arruga, no?


Unas horas después, partimos a caminar un poco más por el pueblo de Tomás Jofré, recorrimos la feria que está en una plaza enooorme, que parece una cancha de fútbol porque casi no tiene árboles en su interior...y tiene un arco en cada extremo, ja! 
La vuelta fue un poco tortuosa, nuestra salida no fue original así que en la ruta nos encontramos con colas y colas de autos! 

Recomendaciones: Tanto en Camino Abierto como en Silvano reservar por teléfono, llevar efectivo porque en casi ninguno de los restaurantes se acepta tarjeta, ir un sábado y no volver tarde! Más allá de esos detalles ambos lugares son súper recomendables para conocer y volver!

Para llegar a Tomás Jofré: Tomar el Acceso Oeste hasta Luján, bajar en la salida a la ruta nacional 5. En el km 91,5 se abre un desvío a la izquierda (el cartel dice Jorge Born). Por ese camino hacer 8 km más hasta llegar a Tomás Jofré.

Don Silvano: Tel: 02324 432035 

Camino Abierto: Carlos Keen, a 13 Km de Luján. Tel: 02323-495041



















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