En Argentina estamos en invierno y es época de membrillos, así que recomiendo aprovechar y comprar para usar en distintas recetas. Por estas latitudes se suele comer acompañado con una feta de queso, como postre; se usa para tartas dulces, como la pastafrola; se puede comer sobre una galletita, o directamente comerlo solo.
Es tan rico que ¡no le hace falta nada más! Hacerlo en casa es bastante más
fácil de lo que parece, y lo bueno es que no necesitamos ningún gelificante
porque de por sí el membrillo cuando se enfría, después de la cocción, toma
firmeza y queda perfecto. Además de ser rica, esta fruta tiene propiedades
digestivas, nos aporta fibra y es una buena fuente de potasio. Esta receta la compartí en la edición invierno de Revista Jengibre, donde además van a encontrar otras riquísimas recetas de colegas blogueras.
Ahora vamos con la receta del dulce de membrillo que seguro les va a gustar y van a sorprender a más de uno cuando digan que lo hicieron ustedes!